
—Te fuiste, como yo, aquel día de malos augurios. Mis ojos nunca más se abrieron, los tuyos; se cerraron al roce de otros besos. Yo aquí, tú también, la vieja banca; juntos otra vez, jurándonos amor eterno. /jn
—Te fuiste, como yo, aquel día de malos augurios. Mis ojos nunca más se abrieron, los tuyos; se cerraron al roce de otros besos. Yo aquí, tú también, la vieja banca; juntos otra vez, jurándonos amor eterno. /jn