
Y sobre el amanecer todos querían subir al cielo luego de hacerse obsoletos por la monstruosidad de los juegos cibernéticos. No quedaba nada, esas consolas electrónicas habían robado el alma a los niños.
Y sobre el amanecer todos querían subir al cielo luego de hacerse obsoletos por la monstruosidad de los juegos cibernéticos. No quedaba nada, esas consolas electrónicas habían robado el alma a los niños.